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sábado, octubre 07, 2006

Les horaires


¡Por fín tengo los horarios! Sólo faltaban 4 días para el comienzo de clases y aparecieron. Tenían razón las de secretaría cuando me dijeron que cualquier día podría ocurrir.
Para explicar la alta tecnología japonesa que utilizan para que los alumnos tengan los horarios, pongo la foto. Si no, pasa lo de siempre: "Marga exagera".
La entrada de mi facultad está llena de fotocopiadoras, maquinas de comida y café, a la que hay que devolverle el vaso-antes me llevo una taza-, incluso un fotomatón. Yo subía, ilusa de mí, a secretaría a pedir los horarios de todo lo de español para poder fotocopiarlos. Mi duda era si podría porque las 20 máquinas que hay funcionan con tarjeta monedero; llevo 5 firmas y aún no me llega la tarjeta. En secretaría me dijeron que lo copiase del tablón, ¡que para algo estaba! Viendo que el que os he puesto no lo entendía, iba a tardar un siglo en copiarlos todos, estuve más pilla que ellos y me puse a hacer fotos. La gente me miraba raro, pero yo terminé antes.
Además, los horarios a ordenador son divertidísimos, no pone el nombre de la asignatura. Por ejemplo, para decir "Litterature latino-americaine" te ponen "Ble3la02". Y tú dices, hundido, tocado, agua, porque lo normal -no sólo en mí- al copiarlo de un tablón es confundir algun número y crear asignaturas nuevas.
Horarios del primer semestre en mi poder; del segundo me matricularé a ojo, porque la figura del tutor, se merece un libro más que un post.
El remate del día fue volver en el tren. Sube una mujer con su amplificador-carrito, se pone a hablar -y yo pensando ¡qué bien la entiendo!-, le da al amplificador... ¿y qué se pone a cantar? ¡Camela! Una pena que no dejen subir cabras al tren.

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