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viernes, marzo 02, 2007

Les deux magots

Visita obligada era el café Les deux magots. A parte de toda su historia, de saber que se puede tomar café donde lo hizo Picasso, Apollinaire, Hemingway, Sartre, André Gidé, Camus - y yo era la extranjera-, Eco, y tantos otros; hay mucho más. ¿Turistas? Por supuesto.

Pero que lo mejor no era el chocolate a la antigua, buenísimo, llegando caliente a un estómago helado por la lluvia y por el frío. Lo mejor, lo mejor, lo mejor: un camarero guapísimo al que me he visto obligada a dejarle el número de teléfono. ¡¡Un esfuerzo!!

A este por lo menos no le faltaban muchos dientes. El otro día hubo que enseñarle a uno, que feo feo no era -pero ya he dicho que le faltaban dientes- a decirle Au revoir en español. No, no "aujbuá", sino adiós.

Pondré una foto de algún placer parisino. Que no, que no es del camarero, reconozco no saber cual estaba más bueno.

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