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viernes, diciembre 22, 2006

Con protección


Decidí comprarme unos zapatos, ¿cómo los quería? Con suela de cuero. ¿Para qué? Para oir el eco de mis pasos, tac tac tac; cansada de escuchar el ruido del roce del plástico con el suelo. Ahí empecé mi odiesa de tienda en tienda, y tiro porque me toca. ¡Bien, zapatería! Empezaba a coger todos los zapatos y a darle la vuelta, ante la duda, golpeaba con la uña (si no hubiese habido gente le habría dado con los nudillos). Plástico duro, no me sirve. Cuero, impagables. Cuero, no hay de mi talla. Por fin los encuentro... negros, con punta, me los pruebo, perfectos, ¡me los llevo!

Cual sería mi sorpresa cuando le digo a la dependiente, que quiero éstos... los amo. Hace el mismo procedimiento que había hecho yo, le da la vuelta y mira la suela. Impasible me dice, voy a ponerle la protección. Y yo, ¿¿¿¿qué???? Me debió cambiar la cara. Me dice señalando la suela, ¿le pongo la protección? Se la ponemos a todos. Acorralada entre la punta del zapato y la pared, le dije pues bueno. No me veía muy convencida, ya en la caja, ella sacando la maldita protección, me dice, si no se la pongo te vas a caer. Estaría mal caerse después de haberme avisado. Finalmente se la puso. Suelo mojado, suela de cuero, sería un peligro. ¡Pero quería oir mis pasos! ¡Si quiero protección ya me pongo rodilleras, coderas, casco y chaleco reflectante!

Después de eso, fui con otros zapatos de suela de plástico a la lavandería, hice una entrada triunfal. Llovía fuera, un poco de agua al lado de la alfombra, ¡zas!, ¡pumba!, ¡paf!, ¡púm!¡cataplúm!, ça va?
Sí, paso largo y rápido, resbalé, caida de espaldas, bolsa con la ropa sucia, culo que acertó en la alfombra y una mujer con cara de preocupación o de aguantar la risa diciéndome que si estaba bien. Comprobé tarde que si me tengo que caer, da igual protección, cuero o plástico.
Ayer se cayó una mujer, una caída mucho más espectacular que la mía. Hora punta, un montón de gente por la calle y trapa trapa, vino a caerse. Cruzaba la calle, con suela de plástico (estaba clarísimo que me iba a fijar), y se cayó, de espaldas, quedando sentada sobre su carro de la compra. ¿Cómo vi la suela? ¿Soy tan buena gente que me acerqué a levantarla, a decirle ça va? No, ya tenía 30 alrededor. Fue tan sensacionalista que un zapato salió disparado a aproximadamente cincuenta centímetros. Y yo sí me reí. La protección señora, las coderas.

domingo, diciembre 17, 2006

¡FELIZ NAVIDAD!



Todos sabemos que se acerca la Navidad. ¿Pero cuándo es Navidad? Casi siempre manda el Corte Inglés, si, ya me llegó su email deseandome feliz año y felices compras. Aquí quien se llevó la palma fueron los de LaFayette que pusieron su decoración allá por principios de noviembre. A veces Navidad es volver a casa o montar el árbol. También puede empezar cuando estando a 1700 km de distancia alguien se acuerda de mandarte una felicitación.
Algunos se quejan del consumismo, que con las luces navideñas vamos a terminar de calentar el planeta, los pobres, el chocolate, las bebidas, los ibéricos - no sólo el embutido-, los excesos, los gorros ridículos, los blancos pintados de negro (alguna vez me pinté hasta las orejas), los atragantamientos con las uvas, las ganas de matar a Ramón García, los amigos invisibles, la gente por las calles, los villancicos... Me cargaré el planeta, pero a mí me gusta la Navidad.

sábado, diciembre 16, 2006

El que no tiene pelos en la lengua...


Pues sí, me han invitado a salir de clase.

Estaba yo en clase, y ante "ésta siempre tiene que llevar acento porque si no se podría confundir. Y además, una vez le corregí a un español que lo había escrito mal, fui yo y le dije: No, no, no, esto no es así, porque el diccionario dice...."

Levanté la mano en clase, todo lo educada que soy y le dije: "creo que en la última versión de la Ortografía está aceptado sin tilde -para ellos todo es acento, sin gráfico- en caso de que funcione como pronombre y no haya confusión". O algo parecido le diría.

Ante ésto no me dijo, lo miraré, o, ¿la Ortografía? ¿qué libro es ese? Sino, atención:

"SI NO ESTÁ DE ACUERDO CON MIS EXPLICACIONES PUEDE SALIR DE CLASE"

No, no me fui. Quedándome tocaba mas las narices. Si hubiese salido, la puerta de cristal, cruje. Le expliqué que aunque nativa, había venido a aprender; que incluso el estar aqui y ver las cosas desde fuera me hacía reflexionar sobre la lengua. Ahí aguanté, como los valientes, haciéndome sangre en la lengua al mordérmela porque fue una clase digna de ser grabada. Después del intento de echarme, en esa clase se dijeron cosas grandiosas:

-La chica era pronta para contestar. Se podría decir que es una chica que no tiene pelos en la boca.

Casi me parto, después de repetir 3 o 4 veces "pelos en la boca", me contuve para no explicarle la célebre frase que en su día me dijo un albañil: "Neenaaa, si no tengo peloh en la lengua eh porque tu no quiereh". También le podría haber explicado la diferencia entre el dicho "no tener pelos en la lengua" y lo que cada uno se meta en la boca... o dónde meta la boca...

Claro que también es una que no entiende que el diccionario Panhispánico esté hecho por una unión de las veintidós Academias de la Lengua Española. ¿¿¿¿¿Qué hace una Academia de la Lengua española en Latinoamérica????? ¿¿¿Por qué van a hacer caso a los sudamericanos, si la buena es la de Castilla??? Eso me lo dijo otro día antes de echarme de clase. Digo yo que podría mirar la primera página del diccionario, ahí lo pone.

A veces van a por mi, pero otras muchas me río. Si una persona normal se acerca a darle un beso a otra... después no puede "apartar" la cabeza. Frase en español, explicación de porqué no sirve apartar: porque sería separar la cabeza del cuerpo. ¡¡¡VIVA LA GUILLOTINA!!!

Solución: precinto, cuerda y un colega que me amordace en clase. Recordemos que si no voy me ponen falta.

viernes, diciembre 08, 2006

Primera visita


Ya hacía tiempo que no escribía, a veces era pereza, "ya lo haré después", y otras veces falta de tiempo. La vida del estudioso, que no es lo mismo que la vida del estudiante, ni muchísimo menos la vida del erasmus en España.
Pues sí, ya tuve mi primera visita, mi madre y mi hermana. Lógicamente tenía ganas de verlas y además ¡traían jamón! Unos días agotadores, Tour Eiffel, Musée du Louvre, paseo por el Sena, Cathédrale de Notre Dame, Montmatre, Le Sacre Coeur, Café Les deux moulins, Jadin du Luxembourg, Pigalle, Place Republique y Bastille, comer crepes, comer en un sitio donde le tiran sangría encima a mi hermana (también rompían platos al salir), ir a un mercado, La Fayette, Opéra, Montparnasse, el Panteón, el metro con sus esperas y sus agobios...
En fin, que lo pasamos muy bien pero cansadicas. ¡Hasta hizo buen tiempo!

PD. Irene, sé que te quedaste con ganas de ponerte mi gorra parisina.
Y sí, a mi madre le encantó mi casa (los lectores fieles lo preguntan).