Publicidad

domingo, febrero 17, 2008

El mejor peluquero

No pretendo con el título hacerle la pelota a Marcos porque me dejase un flequillo bellísimo ¡gratis! No, es por hacer justicia a un gran peluquero, tan difíciles de distinguir entre tantos peinacalvos que hay en ese mundillo.

Anoche, estando en la fiesta de cumpleaños de Martín, conocí a mi nuevo peluquero quien hablando de lo humano y de lo divino me comentó su profesión. Yo seguía descontenta con mi flequillo (de tan mal humor estaba que ni publicaba en el blog) y le pedí consejo. Él, hecho un artistazo empieza a mirarme y a tocarme el pelo y después de aconsejarme me dijo que si me atrevía llevaba las tijeras.

Normalmente no me lo habría pensado al verlo tan convencido pero si los hechos acontecen casi a las tres de la mañana, la respuesta es más inmediata y efusiva.

En un cuarto de baño, sentada sobre el retrete... y mi SEÑOR peluquero con su peine, tijeras... (siguiendo yo con el pelo seco) explicándome lo que hacía. Como es muy modesto decía que se quedaba torcido el flequillo que debería ir para que me lo arreglasen porque estaba borracho.

Muchachos juzgad: si esto lo hace con unas copas, ¿qué hará en horario de trabajo y sin alcohol en el cuerpo?

Un artistazo, chapeau!

lunes, febrero 04, 2008

Colérica en el cine

Jueves 31 de enero de 2008. 22:30. Murcia.
Era la primera vez que iba al cine en este año. La idea no surgió de mi pero acepté gustosa. La película era El amor en los tiempos del cólera, con un Bardem al que cada día amo más y un deseo casi incontrolable de volver a leer aquella novela que de adolescente me pareció sólo una historia de amor.
Cuando Martín me preguntó si prefería el Zig-Zag o Centrofama (misma película, mismo horario) sin dudarlo dije que Centrofama para manifestarnos así contra los centros comerciales. Manifestarnos contra aquellos que intentan imponernos no poder ir al cine dando un agradable paseo.
Centrofama: Cine en el centro de Murcia que ha visto reducidas sus seis salas a dos, dicen que por culpa de internet y yo digo que por los precios y por la especulación. Una entrada reducida 4,30€.
Todo pintaba bien, charla superficial con unas filólogas en ciernes que, totalmente pipiolicas, iban a ver la película sin haber leído el libro.
Apagaron las luces. Comenzó la película. Como mucho había diez personas en la sala (las suficientes para que me molestasen sus ruidos y crujir de palomitas). Totalmente introducida en la película, los pelos de punta cuando Shakira gime diciendo eso de "Cada día pienso en ti", en una tórrida imagen de Florentino Ariza de pronto, la pantalla enrojece. No sabía con certeza sin por la pasión, la lujuria o la vergüenza. El color se hizo más intenso por el centro y empezó a desaparecer la cinta. Quedaban las esquinas grises. ¡¡¡¡¡La película se había quemado!!!!!Después de unos minutos de incertidumbre sin saber si nos pondrían la descargada del emule, volvió la película, unos fotogramas después del ardiente.
Para que no nos olvidásemos de lo vivido nos dejaron un trozo de ceniza en el proyector durante el resto de la película.
Nadie dio una explicación, una disculpa o una entrada para que así vuelva al cine otro día. Es más, cuando intenté reclamar al salir la taquilla estaba cerrada y el acomodador, avergonzado me dijo que volviese al día siguiente.

Ahora me queda la duda, ¿tenían copia de seguridad? ¿pagaron el canon o las cintas no tienen? ¿qué pasa con las proyecciones posteriores? ¿le habrán censurado la escena amorosa?

Por lo demás bien pero la próxima vez la veré en mi casa, en pijama, sin gente que me moleste, sin pagar entrada, al volumen que me plazca.
Al menos ya se me ha pasado ese deseo de alquilar una bola destructora de edificios y empezar a derribar el cine para que la construcción de pisos sea más rápida.