A parte del turismo de las colas interminables y de la plaga de españoles hay que hacer ruta gastronó
La peor cola fue la de la torre Eiffel voy a empezar a echarle mala fama para que la gente deje de subir, que si las vistas no son para tanto... Casi tres horas de cola y cuando nos acercabamos a la taquilla -cerca es que falten 4- aparece el temido cartel: Tercera planta cerrada por aglomeración. ¡Me cago en la Marsellesa! No perdimos la esperanza, una vez en la segunda planta nos pusimos a hacer tiempo por si volvían a abrir la tercera. Tendrían que bajar por algún sitio y está vallada. Por fin lo conseguimos, sin duda, otra cola, y por fin: París a nuestros pies.
Si hay algo que le quitaría a París, sin duda serían escaleras. Ay, ay, ay mis agujetas.
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