
Me encanta Pepe, mi favorito del departamento de lengua y con el único de todos mis profesores con el que he podido hablar de Lenguaje Natural. Cuando uno lo conocía y comprendía que tenía razón al suspender las clases de las 8 de la mañana porque nadie iba a ir, cuando se entendía su forma de trabajar, se le cogía cariño. Siempre ha hablado claro, ha sido capaz de publicar un libro con todas las páginas en blanco (porque es un genio), y siempre ha fumado en su despacho, ¡que para eso es suyo! Fumador, con el flequillo amarillo de lo que fumaba, bonachón, siempre ha sido cordial en ofrecer un cigarro o un caramelo al charlar con él sobre las nuevas tecnologías y la lingüística.
Yo no soy quien debe hablar de don José Damián Perona, yo voy a ver cuánto tarda la Universidad en reaccionar. Espero que esta vez tarden menos que con la muerte del profesor Roldán. (Adjunto la impresión de pantalla de mi correspondencia con el Rector)
No hay comentarios:
Publicar un comentario